Estudio Bíblico No. 10.- La madre y los hermanos del Señor Jesucristo

“Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus
hermanos estaban afuera, y le querían hablar” – Mateo 12:46

¿Por qué, María es conocida como “madre de Dios”?

En el catolicismo romano, se enseña que María es madre de Dios, porque de su vientre nació el Salvador Jesucristo. Esta perniciosa enseñanza es parte de un conjunto de enseñanzas contrarias a la Palabra de Dios, y que han confundido y aún lo hacen a muchas vidas, llevándolas a idolatrar a María y considerarla como mediadora entre Dios y los hombres. El sistema católico romano, aprovecha que muchas veces la gente no conoce las Sagradas Escrituras. La Biblia advierte precisamente que en los postreros tiempos vendrían doctrinas inspiradas por demonios.
En 1 Timoteo 4:1 dice: “1Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”.
Satanás, el engañador y mentiroso por excelencia, se encuentra detrás de todo esto.
La Palabra de Dios, menciona a una mujer judía llamada María, que en su juventud y aún siendo virgen fue llamada por el Señor a cumplir un ministerio extraordinariamente grande: iba a ser madre de la naturaleza humana de Jesús.
En Lucas 1:30-31 dice: “Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS”.
Por tanto, María fue madre de la naturaleza humana de Jesús.
Es una verdadera abominación considerarla como madre de Dios, ya que el Señor es el Eterno Dios, sin padre, ni madre, ni genealogía, ni principio de días, ni fin de días.
En Hebreos 7:3 dice: “…sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre”.

¿María, madre de Jesús, fue concebida sin pecado?

Otra falsa enseñanza es afirmar que María haya sido concebida sin pecado.
La Palabra de Dios, enseña claramente que el único ser humano, nacido de vientre de mujer, que nació sin conocer pecado fue nuestro amado Señor Jesucristo. Cuando el ángel Gabriel le anuncia a María, el nacimiento de Jesús, dijo que sería un "Santo Ser" que nacería por voluntad de Dios y obra del Espíritu Santo. No fue una concepción producto de voluntad humana sino de Dios.
En Lucas 1:35 dice: “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”.
Luego, todos los demás seres humanos después de la caída de Adán y Eva, nacieron en pecado. Por ello, el salmista David, inspirado por el Espíritu Santo lo afirma de esta manera.
En Salmos 51:5 dice: “He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre”.
María, madre de la naturaleza humana de Jesús, reconocería ella misma su necesidad de un Salvador.
En Lucas 1:46-47 dice: Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador”.
Nuestro Señor Jesucristo murió también por María que fue madre de su naturaleza humana.

¿Es María madre de Jesús, la que ruega por nosotros delante del Padre?

Otra enseñanza que contradice las Escrituras, es que María, que fue madre de la naturaleza humana de Jesús, sea la que intercede por nosotros delante del Padre.
La Palabra de Dios, enseña claramente que el único intercesor delante del Padre es nuestro amado Señor Jesucristo. El mismo manifestó a sus discípulos que era El, el único camino para llegar al Padre.
En 1 Timoteo 2:5 dice: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”.
En Juan 14:6 dice: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
En ninguna parte de las Escrituras, se encuentra por lo menos un pasaje, donde el Señor Jesús en los días de su ministerio de salvación en la tierra, haya enseñado que luego de su partida a la diestra del Padre, sus discípulos tendrían que pedir a María, que interceda por ellos primero, por alguna petición, y para que El o el Padre puedan responder. Esta enseñanza como otras, responde a un conjunto de doctrinas marianas, enseñadas por el sistema católico romano y que abiertamente contradicen la Palabra de Dios, engañando a cientos de miles de vidas y conduciéndolas por caminos de muerte espiritual.

¿El Señor Jesús tuvo hermanos?

Algo que frecuentemente se ignora es que nuestro amado Señor Jesucristo, en los días de su ministerio de salvación en la tierra, tuvo hermanos y hermanas. Luego, fue el primero o primogénito entre varios hermanos y hermanas.
En Mateo 1:25 dice: “Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS”.
En este pasaje el evangelista Mateo refiere que José esposo de María, no tuvo relaciones sexuales (no la conoció), sino hasta que ella concibió y dio a luz a Jesús. Por tanto luego del nacimiento de Jesús, tuvo otros hijos e hijas por lo que dejó de ser virgen. Por lo que la enseñanza católica de que María sigue siendo virgen, es contraria a la Biblia.
En Nazareth ciudad de la región de Galilea donde el Señor Jesús creció y vivió sujeto a sus padres hasta su manifestación pública lo conocían. Pero no solo conocían a Jesús sino a su entorno familiar compuesta de hermanos y hermanas.
En Mateo 13:54-56 dice: “Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros? 55¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? 56¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?”.
En Juan 7:3-4 dice: “…y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces. 4Porque ninguno que procura darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo”.
Frecuentemente tratando de refutar que el Señor Jesús tuvo hermanos, en el catolicismo romano se enseña que en realidad no eran sus hermanos de madre, sino sus primos hermanos. Sin embargo, la forma como llegan a buscar a Jesús su madre y sus hermanos denota más bien una familiaridad conocida por todos. Además no era precisamente una costumbre judía, que una madre camine con sus sobrinos sino con sus propios hijos, como era el caso de María.
En Mateo 12:46 dice: “Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar”.
Es notable encontrar la cantidad de fábulas que se han creado en torno a María, madre de la naturaleza humana de Jesús. Por ello es muy importante el escudriñar las Santas Escrituras, para no ser engañados con fábulas y cuentos inventados por hombres corruptos de entendimiento y contaminados por espíritus inmundos de engaño que a la cabeza del enemigo de las almas, Satanás, mantienen esclavizadas en el engaño a cientos de millones de vidas en toda la tierra; presas en la idolatría mariana, venerando, adorando y honrando a cientos de vírgenes con diferentes nombres (Ej. en Bolivia: Copacabana, Cotoca, Urkupiña, etc.). Definitivamente, esto forma parte, de las artimañas del maligno, para cegar el entendimiento de los incrédulos.
En 2 Corintios 4:4 dice: “…en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”.
La Palabra de Dios enseña que el único que ascendió a la diestra del Padre, en alma y cuerpo glorificado, es nuestro Señor Jesucristo, siendo de esta manera el primogénito de los muertos, es decir el primero de todos los demás que conformamos su amada iglesia y que pronto nos encontraremos con El en el aire en el momento del Rapto o arrebatamiento de la Iglesia.
Hoy, todos aquellos que han ido muriendo a lo largo de la historia de la verdadera iglesia de Cristo, se encuentran en espíritu y alma en el Paraíso. Se trata de todos los que murieron salvos a lo largo de los siglos y que incluye a María, y que fue madre de la naturaleza humana de Jesús.
Se hallan descansando a la espera de la primera resurrección cuando vengan con el Señor, y sus cuerpos resuciten y obtengan de esta manera inmortalidad, para luego nosotros los que quedemos igualmente seamos transformados con cuerpos glorificados o inmortales y ascendamos juntos a encontrarnos con el Señor en el aire.
En 1 Tesalonicenses 4:16-17 dice: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”
En 1 Corintios 15:20-23 dice: “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 23Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida”.

¿Enseñó el Señor Jesús que María, madre de su naturaleza humana, tendría una posición especial en la iglesia establecida por El?

La Palabra de Dios enseña en forma sumamente clara que nuestro Señor Jesucristo jamás consideró a su madre situarla en un lugar especial dentro de su iglesia o que debía ser venerada o adorada.
La Biblia menciona a María, como una joven mujer judía piadosa y humilde, y que cuando se encontraba aún virgen, recibió de Dios el extraordinario ministerio o servicio de ser madre de la naturaleza humana del Salvador, por lo que es considerada bienaventurada. Cumplió fielmente su ministerio, cuidando de Jesús, hasta el momento de su manifestación pública. Más tarde fue una más de las discípulas del Señor, que le servían (Ejemplos: María Magdalena, Juana de Chuza, etc.). En el momento del nacimiento de la Iglesia, se la ve formando parte de los 120 judíos, discípulos del Señor, que recibieron por primera vez el bautismo en el Espíritu Santo de Dios.
En Hechos 1:12-14 dice:”Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.* 13Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo. 14Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos”.
Nuestro amado Señor Jesucristo en su omnisciencia (todo lo sabe), sabiendo que un día Satanás utilizaría a hombres corruptos de entendimiento, para enseñar doctrinas marianas contrarias al Evangelio, jamás llamó a María, "madre".
Cuando se dirigió a ella utilizó el término "mujer".
En Juan 2:4 y 19:26 dice: “Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora… 6Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo”.
En su misericordia y al final de su ministerio en la cruz del Calvario, encarga a su discípulo amado, Juan, para que se encargue de ella en su sustento y abrigo y por ello el apóstol la recibió en su casa.
En Juan 19:26-27 dice: "Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he aquí tu hijo. Después dijo al discípulo: He aquí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa".
Nuestro Señor Jesucristo, hizo notar claramente que para El, su familia terrenal (su madre y sus hermanos), no debía ser considerada más que cualquiera que forme parte de su familia espiritual. Para el Señor, todo aquel que cumple la voluntad del Padre viene a conformar esa preciosa familia espiritual y eterna.
En Lucas 8:19-21 dice: "Entonces su madre y sus hermanos vinieron a El; pero no podían llegar hasta El por causa de la multitud. Y se le avisó diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte. El entonces respondiendo les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la hacen".

¿Entonces los títulos de “reina del cielo”, “corredentora”, y otros concedidos a María son falsos?

Estos títulos no solo son falsos sino que eran asignados a una diosa pagana en el mundo antiguo.
Por tanto los títulos de "reina del cielo"; "corredentora"; "mediadora"; y otros no solo son falsos sino contrarios a las Santas Escrituras y no se refieren a María, que fue madre de la naturaleza humana de Jesús.
Es decir, la María que enseña el catolicismo romano no es la María que registran las Escrituras ya que éste al mezclarse con el paganismo, adoptó para sí el culto pagano a la reina del cielo en tiempos del emperador romano Constantino(300 d.C.). En realidad este emperador romano fue el primer papa romano.
Este culto que en principio fue para una diosa pagana que se la representaba en forma de una mujer llevando en sus brazos a su hijo divino, posteriormente se la aplicó a María que aparece llevando supuestamente a Jesús niño en sus brazos. Hasta hoy aparece este terrible engaño satánico en múltiples imágenes y estucos, en todo el mundo religioso católico.
El culto a la reina del cielo, es muy antiguo, teniendo como origen Babel.
Nimrod aparece como su constructor y rey, imponiendo su dominio sobre una de las primeras ciudades de la tierra. Su esposa Semíramis, a la muerte de Nimrod hizo correr el rumor de que se había reencarnado en su hijo al que llamó Tamuz.
Con los años se empezaron a representar imágenes de una mujer que representaba a la diosa de la fertilidad y su hijo divino en brazos.
Babel como cuna del paganismo mundial, extendió a toda la tierra esta terrible influencia. El relato bíblico nos informa sobre el juicio divino que cayó sobre la torre de Babel, cuando el Señor confundió sus lenguas por lo que tuvieron que dispersarse sobre toda la tierra. De esta manera se difundió la adoración a la reina del cielo y su hijo divino en brazos. Esta influencia se encuentra prácticamente en todas las civilizaciones del mundo antiguo, con diferentes nombres, de acuerdo al lugar: Venus en Roma, Kali en la India, Isis en Egipto; Ceres y Artemisa en Grecia; Astarté en Fenicia; Diana en Efeso e incluso en el Antiguo Testamento, se registra pasajes bíblicos que detallan que el pueblo israelita, cayó en ciertos momentos, presa de este culto satánico, idólatra y pagano.
La Biblia registra esta abominable adoración con nombres como Astarot, reina del cielo.
En Jeremías 7:18 dice: "Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira".
En Jueces 2:13 dice: "Y dejaron al Señor, y adoraron a Baal y a Astarot".
En 1 Samuel 12:10 dice: "Y ellos clamaron al Señor, y dijeron: Hemos pecado, porque hemos dejado al Señor y hemos servido a los baales y a Astarot; líbranos, pues, ahora de manos de nuestros enemigos, y te serviremos".

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